Todos tenemos días malos en los que nuestros niveles de energía son bajos. Pero si te encuentras constantemente agotado, puede que te falte algo esencial en tus hábitos diarios de salud.
Si el año 2020 nos enseñó algo, es que no tenemos tiempo para ceder al cansancio, ni para sentarnos a esperar que se nos pase la pereza. En su lugar, identifica pronto el origen de tu cansancio y comprométete a volver a la pista.
He aquí cuatro razones probables por las que estás bajo de energía, y cómo solucionarlas, rápidamente.
Una de las razones más sorprendentes de la caída de los niveles de energía podría ser la falta de proteínas. Es cierto que puede ser difícil sufrir una carencia de proteínas si se sigue una dieta equilibrada e integral. Pero si está reduciendo las calorías, podría estar forzando a su cuerpo a utilizar las proteínas consumidas de los alimentos para obtener energía en lugar de las cosas para las que las proteínas deberían ser utilizadas: la construcción de los músculos, la inmunidad y la salud del cabello y la piel.
La falta de proteínas puede provocar una pérdida de masa muscular. Esto puede ralentizar el metabolismo y disminuir la fuerza, lo que facilita que te sientas agotado y perezoso en lugar de levantarte y ponerte activo.
Según la [Escuela de Salud Pública de Harvard] (https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/what-should-you-eat/protein/), la persona media necesita algo más de 7 gramos de proteínas al día por cada 6 kilos de peso corporal. Pero no todas las proteínas son iguales, y sugieren que la clave está en consumir la mayor cantidad posible de proteínas de origen vegetal de diferentes fuentes. Eso significa que hay que consumir una buena mezcla de legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, frutas y verduras de forma constante.
También puedes añadir [las cápsulas energéticas de Spartan, basadas en plantas y respetuosas con el estómago] (https://www.spartan.com/products/spartan-energy-capsules-box-of-15-packs). Estas cápsulas, que contienen café crudo en polvo, té verde matcha y L-teanina, son muy populares entre los atletas regulares y de élite de Spartan, y han demostrado que aumentan la energía al tiempo que calman la mente y refuerzan la concentración.
La mayoría de nosotros sabemos que la energía engendra energía. Por eso, si ahora que los días son más fríos te encuentras con menos ganas de salir a caminar o a correr, esto podría ser la causa de tu pereza.
La solución es sencilla: ¡simplemente hazlo! Sal. Muévete. Apúntate a una Spartan Race ahora que hemos regresado después de la pandemia a nuestros lugares favoritos de todo el mundo.
Como mínimo, incluye 10 minutos de estiramientos en tu rutina matutina y al menos tres sesiones de 30 minutos de entrenamiento de alta intensidad por intervalos (HIIT) en tu semana.
Los entrenamientos HIIT son una forma segura de aumentar la energía. En un estudio, se demostró que el HIIT no sólo aumenta la tasa metabólica de los individuos (es decir, la conversión de la energía del consumo de alimentos en energía para el funcionamiento de las células), sino que también empuja el metabolismo del cuerpo hacia el uso de más grasa que carbohidratos para la energía.
Si te sientes constantemente fatigado, puede ser que tengas una deficiencia de B12. La B12 es un nutriente esencial que el cuerpo no puede producir por sí mismo y que se obtiene más fácilmente mediante el consumo de productos animales, en particular de carne y productos lácteos.
Sin embargo, las personas que no comen carne no deben preocuparse. Los cereales enriquecidos y la levadura pueden proporcionar la cantidad necesaria de esta vitamina a los veganos, al igual que los suplementos elaborados sintéticamente.
La B12 es necesaria para la producción de glóbulos rojos, que transportan el oxígeno por todo el cuerpo. Cuando nuestros glóbulos rojos están bajos, también lo están nuestros niveles de energía. Y en las deficiencias de B12 a largo plazo o no detectadas, la coordinación, el equilibrio y la movilidad general de una persona pueden incluso verse comprometidos.
Por lo tanto, revisa tu dieta y asegúrate de consumir alimentos o suplementos ricos en B12.
Dormir el número de horas recomendado es esencial para revertir la falta de energía. La relación entre el sueño de calidad y la energía elevada se reduce generalmente a dos sustancias químicas que actúan en el cerebro: el glucógeno y la adenosina.
El glucógeno, que ayuda a almacenar energía en el cerebro una vez dormido, disminuye durante las horas de vigilia. La adenosina hace lo contrario, ya que favorece la somnolencia -lo que permite que el glucógeno haga su trabajo- y aumenta a medida que avanza el día.
Cuando estos dos elementos están desajustados (lo que puede ocurrir si te privas de un sueño saludable) puede causar estragos en tus niveles de energía: Los niveles de glucógeno no se restablecen y los niveles de adenosina siguen aumentando, lo que hace que te sientas más aletargado a lo largo del día.
¿La solución? Crear un horario de sueño en el que te acuestes y te levantes a horas similares cada noche y cada mañana. Si, por la razón que sea, esto no es posible, puede que tengas que incluir una siesta de 20 minutos en aquellos días en los que su sueño nocturno sea inferior al número de horas requerido. Los estudios han demostrado que las siestas breves pueden devolver la energía tanto al cuerpo como al cerebro. Sin embargo, la palabra clave es "breve", ya que las siestas de larga duración a mediodía pueden acabar alterando tu capacidad de dormir por la noche.